Los bidones se utilizan para contener líquidos, con mayor frecuencia de la industria química.
Cuando los botes contengan sustancias clasificadas como peligrosas, deberán ir respaldados por etiquetas claramente legibles, que contengan una larga serie de informaciones no sólo del fabricante sino también de símbolos relativos a la peligrosidad de los líquidos y su almacenamiento.
A veces, toda esta información se puede informar en dos etiquetas diferentes que se aplicarán en la parte delantera y trasera del bidón; otras veces se exponen en una sola etiqueta de gran tamaño que cubrirá la mayor parte del cuerpo del tanque.
En el tapón se aplica una etiqueta adhesiva antifalsificación que contiene una tecnología que, en un espacio muy reducido, garantiza la singularidad de la marca y protege al consumidor.
Se aplican de manera que se desaliente la extracción de la propia etiqueta y que, en caso de manipulación, se rompe en muchos fragmentos.
Luego, dentro de las etiquetas se insertan herramientas que aumentan su seguridad: Etiquetas RFID, CÓDIGO QR, HOLOGRAMAS, Tinta Optica Variable (OVI), Hologramas.
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